Mendoza, 1 de mayo de 2025 – Redacción Política
En su segundo discurso ante la Asamblea Legislativa desde que volvió a la gobernación, Alfredo Cornejo inauguró este miércoles el 185° período de sesiones ordinarias en la Legislatura provincial. El acto, realizado como es tradición el 1º de mayo, estuvo marcado por una puesta en escena cuidada, un tono enfático y un temario cargado de anuncios estratégicos para su segundo mandato.
Cornejo abrió la sesión con una frase que buscó sintetizar su proyecto de gestión: “Hagamos vino, hagamos cobre y cuidemos el agua”. Con una botella y una piedra en mano, el gobernador apeló tanto al simbolismo como al pragmatismo productivo: la economía mendocina debe apoyarse en sus sectores tradicionales, pero también en los recursos que la provincia aún no termina de explotar por completo.
Durante su alocución, hizo un repaso de lo que considera los logros de su primer año de gestión: reducción del stock de deuda pública, eliminación de 350 tasas administrativas, y un alivio fiscal que estimó en 1.000 millones de dólares, principalmente por la baja de Ingresos Brutos. Cornejo volvió a ubicarse en la senda del equilibrio fiscal, una marca de identidad de su anterior mandato.
En materia de obras, anunció la creación de 33 nuevas escuelas, la ampliación del sistema SUBE al transporte de media y larga distancia, la continuación de rutas estratégicas y la ampliación del aeropuerto El Plumerillo. En salud, prometió la licitación del nuevo edificio ambulatorio del Hospital Notti y la puesta en marcha del primer hospital público-privado en Luján de Cuyo.
Uno de los pasajes más llamativos del discurso fue el anuncio de una nueva cárcel en Cacheuta destinada a condenas por delitos menores, acompañada de una reforma en la ley de ejecución penal. La propuesta fue presentada como un intento de “eficientizar” el sistema, aunque no estuvo exenta de polémica: el riesgo de sobrecriminalización en un contexto de crisis social permanece latente.
El plato fuerte, sin embargo, fue la reafirmación del rumbo pro-minero. El gobernador mencionó con entusiasmo los avances del proyecto San Jorge, el impulso al Potasio Río Colorado y nuevas áreas para hidrocarburos. Bajo el paraguas del programa Impulsa Mendoza, Cornejo prometió inversiones millonarias y miles de empleos, pero sin detenerse demasiado en los cuestionamientos ambientales ni en las resistencias sociales que históricamente enfrentaron estos proyectos.
La apertura de sesiones fue seguida de cerca por intendentes, legisladores, funcionarios judiciales y representantes del cuerpo consular. La puesta en escena y el tono general del discurso buscaron transmitir autoridad, confianza y continuidad. No obstante, la estrategia discursiva también evidenció cierta desconexión con problemáticas estructurales que atraviesan a buena parte de la ciudadanía: pobreza, precarización laboral y acceso desigual a servicios básicos.
En síntesis, el discurso de Cornejo dejó en claro que su prioridad es avanzar con una agenda de orden administrativo, inversión en infraestructura y apertura a sectores estratégicos como minería, energía y logística. La pregunta que sobrevuela, una vez más, es cómo esa agenda dialoga con las tensiones sociales que atraviesan la provincia. En el recinto hubo aplausos; en la calle, la respuesta aún está por verse.