Los cosechadores de la industria vitivinícola, están descontentos por el precio del tacho. Es un hecho que 2025 comienza con un clima de tensión en Mendoza. El Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Soeva) anticipa una postura conflictiva tras considerar un fracaso las paritarias de 2024, donde los empresarios otorgaron un aumento del 2% solo a los trabajadores de bodega, mientras que los empleados de viña no recibieron incremento alguno.
Juan Carlos Aguirre, secretario general de Soeva Guaymallén, se expresó en este sentido: “Siempre en esta época del año es cuando empiezan los tire y afloje en que el sector privado, se resisten a pagar un poco más, y siempre los empleados que trabajan en la viña son los más perjudicados”.
El dirigente gremial explicó que la última revisión salarial de 2024 terminó sin acuerdo, ya que los empresarios se negaron a reconocer aumentos para los trabajadores de viña. “Ellos ofrecieron un 2% de incremento solo para los empleados de bodega y cero para el de viña. Nos pareció ilógico que uno tenga aumento y el otro no, y más cuando el más perjudicado es el trabajador de la viña. Esa reunión fue hace dos semanas y ya se envió lo discutido a Buenos Aires”, detalló.
Reclaman $800 el tacho.
Ante este panorama, desde Soeva buscan establecer el precio base del tacho de uva en 800 pesos para la próxima cosecha. “Si algún propietario de viñas no los quiere pagar, deberá entonces cosechar él mismo. La gente no va a cosechar por menos”, advirtió Aguirre. Según explicó, ese monto servirá de referencia para que luego cada cuadrilla negocie en el callejón según el tipo de uva y el mejor oferente.
El sindicalista destacó que, si bien en otras ocasiones hubo flexibilidad en la negociación, el resultado de las últimas paritarias endureció la postura del gremio: “Muchas veces hemos tenido buena predisposición para negociar el precio del tacho de uva, pero con lo que sucedió, ahora decidimos lo que cobraremos. El precio lo pondremos nosotros y de ahí en más la gente sabrá si va a cosechar o no”.
Posibles medidas de fuerza.
La cosecha gruesa comenzará a principios de febrero, momento en el que también se espera la convocatoria a la negociación salarial anual. “Estamos esperando que nos llamen a paritarias a mediados de febrero, que es cuando pediremos todo lo que perdimos durante el año”, afirmó Aguirre.
El sindicalista advirtió que, si no se alcanza un acuerdo con el sector empresario, se evaluarán medidas de fuerza: “Si no llegamos a un arreglo, deberemos planear alguna movilización, paros u otras protestas. No nos quedará otra instancia”.
Finalmente, el representante gremial mostró escepticismo sobre la posibilidad de un cambio de actitud por parte de los empresarios: “Como terminamos mal hace dos semanas, no creemos que la realidad cambie mucho en las negociaciones de febrero. Esperamos, en el fondo, que cuando nos sentemos con ellos hayan cambiado de idea”.
Así, el inicio de la cosecha 2025 se vislumbra con un clima tenso y con un gremio dispuesto a endurecer su postura en defensa del ingreso de los trabajadores de viña.