La política nacional se vio sacudida por un escándalo sin precedentes que tiene como protagonista al presidente Javier Milei. Todo comenzó con una publicación en su cuenta oficial de X (antes Twitter), en la que el mandatario promocionaba el token cripto $LIBRA, parte del proyecto Viva La Libertad Project, asociado a la firma KIP Protocol. Lo que en principio se presentaba como una iniciativa para financiar startups y pequeñas empresas, se transformó rápidamente en un escándalo financiero y político.
El tuit presidencial generó una suba meteórica del valor del token, beneficiando a unos pocos especuladores, pero en cuestión de horas colapsó, provocando pérdidas considerables a muchos inversores que habían confiado en la recomendación de Milei. Este mecanismo especulativo, conocido como “pump and dump” (inflar y desinflar), encendió las alarmas por posible fraude.
Reacciones en Mendoza
En Mendoza, la reacción política no se hizo esperar, aunque con matices entre los distintos sectores. Desde el kirchnerismo, la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti fue una de las primeras en pronunciarse. Con irónica contundencia, apodó al Presidente como el “Ponzidente”, en referencia a las estafas piramidales tipo Ponzi. Lucas Ilardo, ex candidato a vicegobernador, también utilizó las redes para mofarse: “Ni en los mejores sueños alguien imaginó que ibas a ser tan bobo tan rápido, Javier”.
A confesión de parte relevo de pruebas, ponzidente. https://t.co/x2odUCCPma
— Anabel Fernández Sagasti (@anabelfsagasti) February 15, 2025
Confesando el delito de estafa en twitter.
— Lucas ilardo (@lucasilardo) February 15, 2025
Ni en los mejores sueños alguien imagino que ibas a ser tan bobo tan rápido Javier. https://t.co/1x2h4TCW4T
Por su parte, el diputado nacional Julio Cobos (UCR) adoptó un tono más institucional, exigiendo que el Congreso investigue el caso para determinar las responsabilidades del mandatario. Cobos advirtió que “las declaraciones de un Presidente sobre inversiones deben ser precisas y velar por el interés general”.
Otra voz relevante fue la del ministro de la Suprema Corte mendocina, Mario Adaro, quien se mostró preocupado por las “red flags” (señales de alerta) que detectó en el accionar presidencial. Adaro advirtió que la operación podría configurar “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y “competencia desleal”. Además, subrayó que el token promocionado no estaba registrado en plataformas reguladas por la Comisión Nacional de Valores (CNV), y comparó el hecho con “obligar a la gente a apostar en un casino clandestino”.
Esperemos que ante esta situación de gravedad Institucional, el Presidente demuestre estar a la altura de las circunstancias y brinde -con total objetividad- respuestas a los multiples interrogantes que se han generado, tanto en 🇦🇷 como en la comunidad internacional. https://t.co/nPXcSnDb4p
— Julio Cobos (@juliocobos) February 16, 2025
El silencio oficialista y alguna tímida defensa
Desde el Gobierno provincial, la reacción fue más cauta. El gobernador Alfredo Cornejo optó por el silencio, evitando pronunciarse sobre el escándalo. En cambio, la vicegobernadora Hebe Casado se alineó con el discurso libertario, defendiendo a Milei en redes sociales. Casado aprovechó el concepto de “esquema Ponzi” utilizado por el kirchnerismo para devolver la crítica: “El kirchnerismo fue el peor Ponzi de la historia”. También elogió la gestión de Milei, a quien calificó como “el mejor presidente de la historia”.
A nivel nacional, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, cerró filas con el Presidente. Calificó el escándalo como un “ataque atómico” de la oposición para debilitar a Milei y consideró “increíble” que se hablara de juicio político por un tuit. Sin embargo, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue lapidaria, tildando a Milei de “criptoestafador” y acusándolo de actuar como “el gancho de una estafa digital”.
Intento de control de daños
Milei intentó bajar la tensión. Publicó otro mensaje en X afirmando que solo había compartido información sobre un emprendimiento privado y que, al conocer más detalles, eliminó el tuit. También acusó a la “casta” política de utilizar el episodio con fines desestabilizadores.
Las explicaciones presidenciales no lograron frenar las críticas. La Justicia ya investiga una posible estafa y las eventuales responsabilidades de Milei por manipular el mercado financiero.
El caso $LIBRA ha encendido luces de alarma sobre el manejo presidencial en asuntos privados y abre un signo de interrogante sobre cómo evolucionara la imagen presidencial hacia adelante.
