Por Carlos Bautista

El 17 de septiembre, la Universidad Católica de Cuyo y la UCA, sede Cuyo, presentaron un informe que subrayaba el crecimiento de la pobreza en la región, con especial foco en Mendoza. Según el documento, en los últimos 13 años, la provincia ha registrado un incremento de la pobreza superior a la media nacional, exponiendo las debilidades de su estructura productiva y los desafíos para acceder al empleo. En paralelo, el informe del INDEC reveló que el 42,5% de las familias y el 52,9% de la población provincial están por debajo de la línea de pobreza. 

En este contexto, las respuestas políticas se debaten entre acusaciones cruzadas y la falta de consenso sobre soluciones de fondo. Si bien la inflación se ha reducido considerablemente, la canasta básica se ha vuelto una proeza difícil de alcanzar para gran parte de la población. 

En respuesta a estos datos alarmantes, el PRO Mendoza emitió un comunicado el 27 de septiembre criticando la ineficacia de las gestiones provinciales, tanto actuales como pasadas. Gabriel Pradines, presidente del PRO y senador provincial, fue claro en su postura: “Las gestiones de Paco Pérez, Cornejo y Suárez no han aportado soluciones claras. No podemos seguir culpando a Cristina Kirchner, Alberto Fernández, Mauricio Macri o Javier Milei. Debemos hacernos cargo de nuestras propias deficiencias”.

Pradines también señaló el atraso de la provincia: “Mendoza sigue siendo un estado vetusto, burocrático y lento. Somos la quinta provincia con mayor presión tributaria y no hay obras que cambien nuestra matriz económica o energética. Las actividades económicas siguen siendo las mismas de hace 20 o 30 años”.

Por su parte, el diputado provincial Germán Gómez, del Partido Justicialista, reaccionó a los datos del INDEC, que señalan que el 52,9% de la población de Mendoza vive en la pobreza, afectando especialmente a los niños, con un 66% de los menores bajo esa línea. A partir de estos datos emitió un duro comunicado en sus redes sociales denunciando que “más de un millón de mendocinos tienen necesidades básicas insatisfechas”. Además, responsabilizó al actual gobierno provincial por la paralización de la obra pública. En el comunicado Gómez advirtió que, si no se revierte esta situación, “el gobierno de Milei y Cornejo nos está llevando al abismo, allanando el camino hacia un estallido social inevitable con sus decisiones insensatas”.

En entrevistas posteriores, Gómez fue aún más enfático: “en seis meses hemos crecido 11 puntos en pobreza. Si seguimos a este ritmo, superaremos el 60% en poco tiempo. La obra pública no puede estar paralizada indefinidamente; necesitamos reactivar el empleo de manera urgente”.

El diputado José Luis Ramón, de la Fuerza Protectora, también criticó el alineamiento del gobernador Cornejo con el gobierno nacional, resaltando la situación crítica en los barrios populares.

“Hablamos de 360 barrios censados, más otros no registrados, que carecen de servicios esenciales como agua potable o cloacas. Mientras tanto, los recursos se destinan a zonas con emprendimientos privados o barrios cerrados” denunció Ramón cuestionando la distribución de recursos por parte del gobierno.

Frente a las acusaciones, la diputada Giuliana Díaz, de la Unión Cívica Radical, defendió la gestión del gobierno provincial. “Es sorprendente lo que dice el peronismo, cuando han gobernado gran parte del tiempo en los últimos años”, señaló. Díaz insistió en que la provincia sigue haciendo un “trabajo sólido” en formación y empleabilidad. “Estos índices de pobreza no son nuevos; son el resultado de años de malas gestiones previas, no exclusivamente de la actual administración”, argumentó.

En medio del cruce de declaraciones, el gobernador Alfredo Cornejo participó en la Asamblea Ordinaria del Consejo Nacional de Vivienda, donde reconoció la dependencia de Mendoza de la situación macroeconómica nacional. “Mendoza, por la diversidad de su economía, depende más de la macroeconomía que otras provincias con fuertes commodities o mayor desarrollo de capital”, explicó.

En los últimos años, Cornejo ha impulsado el desarrollo de la megaminería como una estrategia para atraer grandes inversiones a la provincia. Sin embargo, esta iniciativa es de largo plazo y requiere significativas inversiones para generar resultados. En seminarios recientes con funcionarios nacionales, se destacaron los beneficios potenciales de la minería, aunque se aclaró que no se deberían esperar ganancias inmediatas.

A pesar de la desaceleración de la inflación, la pobreza sigue aumentando en Mendoza. La falta de consensos políticos refleja una crisis profunda que no se resolverá sin cambios estructurales en la política económica provincial. La discusión sobre el rol del gobierno nacional, la obra pública y la diversificación de la matriz productiva seguirá marcando el debate en los próximos meses a merced, bien visto por Cornejo, de la situación nacional.