Cerca de las 9 de la mañana, una numerosa movilización partió desde la Plaza Italia, dando forma al «contracarrusel», una manifestación que reunió diversos reclamos sociales y gremiales.
Organizado por las Asambleas del Agua, en coordinación con otros sectores, el eje central de la protesta fue la defensa del agua y el rechazo a la expansión de la actividad minera en Mendoza. La convocatoria también contó con la participación del movimiento #NiUnaMenos y diversas organizaciones de mujeres, quienes, en el marco del 8 de marzo, visibilizaron la preocupación por el aumento de femicidios y la violencia de género.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) tuvo una fuerte presencia en la movilización. Recientemente, el gremio rechazó las propuestas salariales ofrecidas por el gobierno en el marco de las paritarias. En un contexto económico complejo, la problemática salarial se consolidó como uno de los principales reclamos de la jornada. También participó el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE), que expresó sus demandas vinculadas al sector educativo.
Trabajadores del CONICET también se sumaron a la manifestación para denunciar el desmantelamiento del organismo. Asimismo, la Unión de Trabajadores Sin Tierra (UST) y diversas agrupaciones de izquierda, encabezadas por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), participaron de la protesta.
Apoyos al «contracarrusel»
Al pasar frente al hotel Park Hyatt, donde autoridades políticas se reunieron con representantes de las cámaras empresariales de la industria vitivinícola, los manifestantes realizaron una pausa para visibilizar sus demandas. Algunos dirigentes políticos acompañaron la protesta desde el inicio, entre ellos Marcelo Romano y Jorge Difonso, quienes han expresado públicamente su rechazo a la minería y su apoyo a los productores locales. También estuvieron presentes dirigentes del Partido Verde, como Emanuel Fugazzotto, y del FIT, como Lautaro Jiménez.
En declaraciones durante la manifestación, Jorge Difonso afirmó: «Venimos a acompañar al pueblo de Mendoza en defensa del agua. El modelo extractivista que propone el gobernador Alfredo Cornejo no es sustentable y no es aceptado por la mayoría de los mendocinos. No es tolerable que quiera imponerlo de prepo para beneficio propio y de su entorno. Si no hay agua, no hay vendimia. Si no hay vendimia, no hay trabajo. ¡Estamos defendiendo a Mendoza!».
Por su parte, Emanuel Fugazzotto expresó: «Expresamos la necesidad de que el gobierno provincial escuche, hay un sector de la sociedad que reclama eso, a las asambleas y vecinos de Uspallata porque no hay licencia social para San Jorge y los trabajadores del Estado que no pueden seguir viviendo con los sueldos pisados como están ahora. El contracarrusel expresó el descontento de una parte importante de la sociedad».
Desde la izquierda, Lautaro Jiménez destacó la confluencia de distintas luchas en la movilización y subrayó la importancia de rechazar el proyecto minero San Jorge. También enfatizó la relevancia de la participación del movimiento de mujeres en la jornada del 8 de marzo.
El «contracarrusel» en el Polo Judicial
A diferencia de otros años, la jornada de las Asambleas del Agua, acompañada por distintos sectores, se dirigió hacia el Polo Judicial.
La finalización de la manifestación en la sede judicial tuvo como objetivo reclamar la liberación de Mauricio Cornejo, vecino autoconvocado de Uspallata, cuyo estado de salud es delicado. En un hecho inédito, fue imputado por «pertenecer a una agrupación para la coercion ideológica» tras participar en movilizaciones contra la reactivación de la mina San Jorge. Su detención se produjo el pasado 24 de enero, en el marco de una protesta en la que manifestantes fueron agredidos por un grupo presuntamente vinculado a la UOCRA.
La jornada de protesta se desarrolló de manera pacífica y sin incidentes.