Con la campaña en velocidad crucero, el candidato a vicegobernador por el frente La Unión Mendocina se reunió el pastor Héctor Hugo Bonarrico. El religioso salió del frente oficialista Cambia Mendoza hace justo un año, tras revelarse que estaba por recibir un subsidio estatal de 18 millones de pesos
Algunos dirán: nunca subestimes el poder de la fe. Otros serán más cínicos, e interpretarán la reunión de Daniel Orozco y el pastor Héctor Hugo Bonarrico como un intento del lasherino por cazar votos evangélicos, un coto que quedó desordenado tras la ruptura del referente religioso con el oficialismo provincial.
Lo concreto es que falta muy poco para las PASO del 11 de junio, la campaña navega a velocidad crucero y La Unión Mendocina -fuerza encabezada por Omar De Marchi y el propio Orozco, que son precandidatos a gobernador y vice- busca sumar voluntades donde se pueda.
Hace justo un año el exsenador provincial Bonarrico fue protagonista de un escándalo porque su fundación -Acción Social- estaba por recibir un subsidio estatal de 18 millones de pesos en dos años, en lo que -según él mismo dijo a los medios- era fruto de una negociación con el gobierno provincial a cambio de bajar su candidatura.
Cuando se desató la polémica, la Provincia decidió dar marcha atrás y la alianza con el partido del evangélico, MásFE, se rompió.
Ahora el exradical Orozco tomó la posta y acercó a Bonarrico a La Unión Mendocina: «Tengo la convicción que es tiempo de encontrar los puntos de coincidencia, momentos para poner en juego la lealtad, la fe, el amor por el prójimo y por nuestra tierra. El mandato que nos transmite la sociedad es que nos despojemos de mezquindades y trabajemos unidos», puso el intendente lasherino en su perfil de Twitter.
En la foto que trascendió lo acompañan su pareja, Janina Ortiz, su delfín y precandidato de LUM para la intendencia de Las Heras, Martín Bustos y el propio Bonarrico.
En abril, el pastor publicó una carta a sus fieles donde decía: «En los últimos meses he enfrentado acusaciones falsas y malintencionadas que han puesto en duda mi integridad no sólo como político, sino también como persona que lidera una iglesia cristiana. El estrés generado por esta situación ha afectado gravemente no únicamente a mi salud sino también a la tranquilidad de toda de mi familia, esposa, hijos y nietos, y me ha llevado a la conclusión de que no puedo continuar en esta carrera electoral, pues ello implicaría un grave riesgo no sólo para mi persona, sino que también para mi querida y respetable familia».
Evidentemente, Orozco está en vías de lograr que Bonarrico recapacite.