El ejecutivo provincial presentó el proyecto de presupuesto, avalúo e impositiva, las tres leyes que deben regular el ejercicio del estado durante 2025. Los proyectos comienzan el circuito por las comisiones de diputados y senadores, el oficialismo tiene garantizada la cantidad de legisladores para su aprobación
El ministro Victor Fayad fue el encargado de representar al ejecutivo frente a los legisladores, en su presentación remarcó la voluntad de la gestión provincial de mantener un “equilibrio fiscal” y “las cuentas ordenadas”.
Los números
En líneas generales el presupuesto 2025 es una actualización de lo votado el año anterior. Contempla un aumento que cubre ajustadamente la marcha de la inflación prevista para 2024.
No contempla grandes iniciativas y más allá de los pomposos anuncios la distribución de los recursos en los distintos ministerios es similar al presupuesto vigente, teniendo en cuenta la reorganización de estos que impulsó Alfredo Cornejo.
La composición de los recursos propios y coparticipables (nación) se mantiene en los parámetros de la última década: $45% recursos propios y 55% aportes de la nación. Se puede deducir que las políticas de incentivo determinadas actividades económicas no han tenido gran repercusión en las arcas provinciales, pues las los ingresos se mantienen en la media. La ampliación de la explotación petrolera, de la industria cinematográfica y tecnológica marcan el paso.
La proporción destinada al pago de los salarios viene reduciendo notablemente en los últimos años, en la última gestión de Paco Pérez (2015) significaba casi el 55% del total presupuestado, en el ejercicio 2025 se ubica en el 42%. Incluso la masa salarial presupuestada es levemente inferior a la marcha de la inflación, con una significativa caída en el segmento de los trabajadores temporarios del estado.
El porcentaje más grande del presupuesto se destina a educación, que se lleva casi el 25% del presupuesto, pero se debe contemplar que, la cartera conducida por Tadeo Garcia Salazar absorbió organismos estatales como desarrollo social, infancia y cultura. No implica un aumento en la inversión sobre educación.
Luego se ubica Salud con aproximadamente un 20% y levemente más atrás seguridad.
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Los anuncios sobre el “aumento” en educación no se condicen con el análisis desagregado del presupuesto, al mismo tiempo los anuncios más rimbombantes se relacionan con la baja en determinados items fiscales como es la reducción al impuesto al cheque y otras reducciones impositivas.
Pareciera un remake de la primera gestión del gobernador. En aquel momento la totalidad de cámaras empresariales de la provincia saludó efusivamente la reducción de las alícuotas de ingresos brutos en más de 290 actividades.
Claramente significó un “ahorro” para los contribuyentes en un impuesto que tiene un fuerte carácter distorsivo, no obstante esta medida, la más importante desde el punto de vista impositivo, no significó una modificación sustancial ni un impulso a la economía.
Con las leyes impositivas 2025 pareciera que se busca repetir esa experiencia, pero claramente en un plano meramente simbólico. lo cual no tiene valor de mercado y ahí radica un problema importante.
Sin respuestas
El presupuesto 2025, el 10° desde el que partido de Hipólito Yrigoyen gobierna la provincia, está “marcando el paso” y no desarrolla ningún tipo de lineamiento o bases para un desarrollo económico o ni siquiera para palear la recesión que está llevando puesta a pequeños comerciantes, puestos de trabajo e incluso una fuerte retracción en el consumo de artículos básicos.
La oposición parece acompañar la procesión fúnebre de la economía mendocina, no se escucha una sola idea para un plan económico alternativo al oficialismo. Un peronismo más concentrado en las disputas internas que en recomponer las fuerzas del partido de Juan Domingo. El resto de las fuerzas marcan el paso.
El panorama es poco alentador en lo económico, en lo social está en emergencia hace rato.