“Hoy estuve recorriendo el Barrio General Espejo, en Las Heras y por la noche me reuní con vecinos de la unión vecinal “Vecinos Unidos”. Muchos de los que acompañaron manifestaron su principal preocupación: la inseguridad. Tampoco faltaron los comentarios sobre la falta de limpieza y suciedad que hay en Las Heras. Ni hablar de la falta total de obras necesarias para mejorar la calidad de vida”. decía Anabel Fernandez Sagasti, en sus redes sociales, para no dejar duda: la senadora nacional ya está en modo campaña.
Con una agenda activa en el territorio y una señal clara hacia el interior del justicialismo provincial, Anabel Fernández Sagasti reapareció esta semana con un mensaje claro: el liderazgo kirchnerista del PJ no está en discusión.
Aunque aún no lo haya formalizado, el movimiento es claro. Sagasti está dispuesto a dejar su banca en el Senado para encabezar la lista del kirchnerismo en las próximas elecciones provinciales. Su apuesta no es menor: se juega reafirmar su lugar como líder y referencia ineludible del peronismo de Mendoza. La interna del PJ parece ser causa juzgada y la senadora fue la primera en poner el cuerpo en la calle.
La movilización político de la militancia ya está en marcha y combina recorridas por zonas populares, con encuentros sectoriales y presencia sostenida en redes sociales. Su equipo ya trabaja con foco en fortalecer esa visibilidad territorial, apuntando tanto a consolidar la base militante como superar los últimos registros electorales. Las actividades recientes no sólo muestran capacidad de organización y llegada, sino también un mensaje político: Sagasti no espera definiciones desde Buenos Aires, construye desde Mendoza.
En el tablero actual, distintas mediciones de intención de voto y análisis de impacto digital coinciden en señalarla como la figura con mayor nivel de conocimiento y adhesión dentro del peronismo mendocino. Su imagen conserva un núcleo duro de apoyo y, aunque su techo electoral es moderado, su piso la ubica por encima del resto de los posibles competidores internos.
Sagasti le imprime un claro perfil de oposición, tanto a Javier Milei como Alfredo Cornejo, lo que confronta con las posiciones más “colaboracionistas” de los intendentes peronistas. Quienes muchas veces apretados por la caja terminaron acompañando los presupuestos o iniciativas del oficialismo.
En un contexto donde otros sectores del PJ local dudan o tantean posibles alianzas, la senadora ya eligió el camino: reafirmar la identidad, mostrar músculo propio y anticiparse a cualquier intento de desplazamiento de escritorio.
No es necesario ser muy lúcido para interpretar el mensaje: No hay margen para “rosquear” liderazgos. Anabel Fernández Sagasti en su recorrida, lo dejó claro, el territorio es el escenario donde el peronismo proclama sus líderes.