Una estridente marcha se sintió con fuerza en el Carrusel de reinas este sábado, de la mano de asambleístas y vecinos que repudiaron la avanzada del Gobierno y el lobby minero en Mendoza. Fue una de las columnas que se notó mayormente dentro de los reclamos -que también fueron por los salarios de pobreza que paga Suarez y las paritarias planchadas-.
Arrancó temprano en la plaza Italia y recorrió las calles anoticiando a mendocinos y turistas sobre la política extractivista del Gobierno de Mendoza.
Esta incluye, entre otros puntos, la flexibilización de las licitaciones para entregar más rápido las áreas petroleras, la eliminación de regalías y la no exigencia de inversiones mínimas por parte de las empresas.
En la víspera a la marcha vendimial, el gobernador y Alfredo Cornejo, candidato a sucederlo, anunciaron junto a empresarios la creación de una empresa minera estatal destinada a financiar proyectos extractivos, como ya lo está haciendo el Estado mendocino en Hierro Indio, pagando el arreglo de caminos, la perforación de pozos y los campamentos e insumos.
El “contracarrusel” contó con la presencia del precandidato a presidente, Gabriel Solano y el precandidato a gobernador, Víctor da Vila de la izquierda acompañando la concentración de los cosechadores, contratistas de viña y obreros de bodega.
«El agua de Mendoza no se negocia», cantaron a lo largo del camino asambleístas de toda la provincia que llegaron para participar de la protesta.
También se pidió por el fin de la criminalización de la protesta, que tiene a referentes ambientalistas entre los blancos principales, como la activista Nora Moyano, con causas judiciales que se eternizan en tribunales y tienen como fin someter a quienes protestan a un interminable camino por los pasillos de la justicia mendocina.
La contramarcha fue una gran columna que estableció los reclamos más sentidos del activismo local y una forma de establecer posiciones claras frente los festejos vendimiales y los debates de las fuerza gobernantes.