Por tercera vez en lo que va del año, este miércoles el ministro de Economía, Sergio Massa visitará Mendoza, como la principal figura política en el acto del retorno del tren de pasajeros que llegará de Buenos Aires hasta Palmira, en San Martín.
Es que si bien los organizadores pretenden que llegue a estas tierras también el presidente Alberto Fernández, hasta este lunes está en duda su visita por los cuidados que debe tener luego de operarse el jueves pasado de una hernia de disco.
Pero más allá de si viene o no el Presidente a la llegada del segundo viaje de la «caravana blanca», tal y como se denomina al nuevo servicio, es de esperar que en la estación palmirense se concentre gran parte del peronismo local, en este caso convocado por el Frente Renovador, y los massistas que están fuera del Frente de Todos, pero que abrazan el retorno del tren como un logro propio.
También están invitados el gobernador Rodolfo Suarez y el vicegobernador Mario Abed, aunque desde gobernación no han confirmado su presencia. Tiempo atrás, en julio pasado el mandatario era uno de los que más descreía del retorno del tren a Mendoza. Es más: cuando se lo consultó, negó conocer un proyecto concreto que confirmara que ese servicio pudiese concretarse.
El regreso del tren de pasajeros a Mendoza, es un servicio que se suspendió hace 30 años, siendo ahora una de las principales banderas políticas que en la Nación agita el Frente de Todos, pero que en la provincia se convirtió en un lema propio del sector del massismo.
De anfitrión oficiará el titular de la Regional Cuyo de Trenes Argentinos, Jorge Omar Giménez, quien ya adelantó que en abril estará operativo el servicio que una vez a la semana unirá la estación de Retiro en Buenos Aires, con la de Palmira en San Martín. Será así al menos en una primera etapa, hasta tanto se terminen los trabajos entre esa localidad del Este y la estación de Gutiérrez, en Maipú, para que un futuro se pueda hacer trasbordo con el Metrotranvía.
El diputado provincial de Unión Popular, Jorge Difonso, uno de los que más se han empeñado en que se concrete el regreso del tren de pasajeros, salió a pedir una pauta de inversión anual para mejorar el servicio. «Es un paso muy importante para tener una alternativa más de transporte de pasajeros y en este punto creo que las bondades son muchas sobre todo en el tema del costo del pasaje que realmente va a ser mucho menos que el traslado en colectivo y ni hablar del avión».
Si bien Giménez se negó a confirmar los valores del pasaje en tren, porque aún resta terminar algunos estudios, trascendó que el pasaje más barato costará $3.500 por tramo. El servicio medio, o pullman, saldría $4.500 y el camarote $11.000. Para los jubilados habrá descuentos del 40%. Valores que están muy por debajo del costo del colectivo, en donde los pasajes más baratos están costando actualmente alrededor de $10.000.