El espectáculo que puede deparar el pugilato ha captado la atención de millones, las grandes peleas por los títulos mundiales de Mohamed Ali, Monzón, el “intocable” Nicolino Locche o Mike Tison dan cuenta de esto.

Es un ejercicio vano preguntarse qué ocurriría si este espectáculo fuera brindado por mancos, el desinterés y la apatía dominaria. Es justamente lo que ocurre con el próximo ocupante del cuarto piso de la casa de gobierno.

El escenario está montado y los pugilistas aparecen en la marquesina, pero faltan brazos, es evidente que no veremos ningún gran golpe que sea de interés de la población que todos los días “sale a buscar el mango”.

El reincidente Alfredo Cornejo cuenta con el apoyo de los sectores clave de la economía, aunque no sin un dejo de descontento por lo lento del cumplimiento de sus reclamos. Al mismo tiempo la situación general de la economía ha comenzado a pasarle factura al oficialismo provincia que ya no no puede ocultarse en el desastre nacional.

Con un 26% de los votos válidos, un 13,5% del padrón electoral Alfredo Cornejo aparece, al menos en la lógica formal, como el candidato mejor posicionado, pero por primera vez luego de casi una década se asoma en el horizonte la posibilidad concreta de que la UCR sea derrotada en una lección provincial. El antecedente inmediato es la paso nacional, donde la emergente fuerza política de Milei, le propinó una dura derrota.

El temor más grande en estado mayor del radical es una polarización, más que por virtudes del marketing y esfuerzo de la oposición, por la reacción impredecible del electorado descontento. No se debe subestimar este elemento que significó el triunfo nacional de la derecha dura por primera vez en nuestro país.

Golpes al aire

El desafiante, Omar De Marchi, parece estar tirando golpes al aire a ver si pesca un directo a la mandíbula. No parece que se enciendan muchas luces en su búnker. Pareciera que no saben cómo explotar el viento a favor que significó el triunfo libertario en Mendoza y la ola “que se vayan todos” en formato electoral. Finalmente “el Omar” es un hombre de la política de hace décadas que pasó por la mayoría de cargos electivos. Algo más parecido a la “la casta” que a su negación.

Omar De Marchi no tiene un plan económico alternativo al de Cornejo y eso le dificulta la disputa por la gobernación. ¿Se ofrece al creciente descontento de los sectores económicos y sobre todo de los sectores populares de diferente? Aparecen como muy poco las iniciativas en torno a cuestiones como la RTO, el ítem aula o una preocupación genérica por la educación. Nadie cree que son medidas que revertirán la angustiante situación mendocina para ningún sector.

Así las cosas, tiene chances de ganar, más que por mérito propio, por efecto del descontento y el rechazo que genera, cada vez más palpablemente, Alfredo Cornejo y su fuerza.

Esto es justamente lo que olfatean los intendentes peronistas que revalidaron sus posiciones hace algunos días. Nadie va arriesgar demasiado por una fórmula de compromiso como la de Parisi e Ilardo, que no despierta nada el pueblo peronista y que muestra señales evidentes de colaborar con la estrategia de Alfredo Cornejo para evitar una polarización. Para los intendentes un triunfo de Omar De Marchi significa poder negociar recursos, hoy limitados a la nación y con fuertes posibilidades de que se termine lo que se daba. No es de extrañar que los caciques territoriales apliquen la “doble nelson”, simbólicamente golpeen con la fórmula del PJ, pero por lo bajo lleven votos a La unión Mendocina.

El resto de los candidatos son para rellenar la marquesina y ofrecer un espectáculo democratico. A Vadillo y a la izquierda no les alcanza para ponerse los guantes.

¿Triunfo por puntos?

El round final parte de un 26% conquistado por Alfredo Cornejo y un 20% de Omar De Marchi, a simple vista un final abierto.

El radicalismo suma el lo conseguido por el ex gobernador y  el 17% que Luis Petri. Cambia Mendoza presenta un contundente 43% que lo acerca a la mitad más uno.

Una primera pregunta es si Alfredo Cornejo lograra sumar las voluntades que cosechó Luis Petri. Está claro que es un voto afín, dentro del mismo espacio político, pero no se puede dejar de ver, que su naturaleza es en oposición a Alfredo Cornejo. ¿Que va a primar? La preservación del espacio político o rechazar a Alfredo Cornejo? 

Con el peronismo, y particularmente el kirchnerismo fuera de carrera, no es descabellado pensar en un desplazamiento de este voto a Omar Demarchi. Finalmente no es tan diferente al espacio político que representa Cambia Mendoza.

En cómo se distribuye el caudal electoral de Luis Petri es como se define la elección, pues el voto del peronismo que no contenga Parisi-Ilardo va directo a De Marchi.

Un último aspecto es como va a repercutir el efecto Milei en la elección provincial, si un sector descontento del electorado que decidió no ir a votar, ahora lo hace las complicaciones para Alfredo Cornejo aumentan. 

Los días pasan y el final sigue abierto.