Los 750 trabajadores de IMPSA están con medidas de fuerza frente a la comunicación de que solo recibieron la mitad de sus salarios correspondientes a noviembre. Los aguinaldos están en duda.

El paro se desarrolla con asistencia al lugar de trabajo y por el momento sin medidas callejeras. La acción de protesta es impulsada en conjunto por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y Asimra (Asociación de supervisores de la industria Metalmecánica).

Las representaciones sindicales destacaron que llevan meses sin actualización salarial con excepción de un 2,5% reciente.

IMPSA está en una situación delicada, mientras el proceso de privatización se demora las necesidades financieras se acrecientan. En este cuadro la única empresa interesada en comprar la compañía es la norteamerciana ARC Energy, la cual ve con preocupación el alto nivel de pasivos de la empresa. Al mismo tiempo es una presión para la baja del precio, lo que hace pensar que seguirá dilatando la situación.

La crisis de IMPSA se arrastra de larga data. Con una mayoría accionaria por parte del estado nacional y una segunda de en manos de la provincia de Mendoza, es evidente que la empresa no ha sido administrada correctamente, ahora se presenta la privatización como única salida a la incertidumbre de los trabajadores.