El conflicto salarial de los empleados judiciales por quebrar el tope salarial del gobernador Alfredo Cornejo, ya atraviesa su primer mes. Con paros totales de actividades, concentraciones, movilizaciones e incluso un acampe en el Cuarto Piso del Palacio Judicial de la provincia.

Una pelea que fue escalando con el pasar de los días, desde el sindicato se mantiene el conflicto aunque ha intentado varias veces tender puentes para terminar el conflicto, mediante mesas de conciliación que han sido rechazadas tanto por el movimiento de lucha como por el propio gobierno. Es que Cornejo en su plan de ajuste no contempla moverse un centímetro de sus techos salariales. Por esto mismo otorgó un aumento del 10% por decreto.

A pesar  de los intentos por parte del Gobierno por quebrar la lucha con descuentos, persecuciones por parte de los jefes y amenazas de conciliaciones para terminar con la huelga, sumado a la campaña por desviar la atención del conflicto con otros temas, no puede esconder el hecho de que cuando alguien se acerca a registrar alguna denuncia no puede hacerlo por el alto nivel de acatamiento que incluye a los ayudantes fiscales. Es que la pérdida de poder adquisitivo de los judiciales, y los estatales en su conjunto, ha dejado salarios iniciales por debajo de la línea de indigencia. Mientras los jueces de la Corte Suprema cobran 8.700.000 eximidos de pagar cualquier tipo de impuestos.

Las declaraciones de Jose Valerio, quien llegó a la corte de la mano de Cornejo, deben ser tenidas en cuenta. El Ministro aseguró que el problema del poder judicial no se reduce a un conflicto salarial.

Lo que podría interpretarse como un guiño a los judiciales y sus condiciones de trabajo entraña una crisis de fondo.

La propia austeridad cornejista está paralizando las reformas que el mismo Alfredo Cornejo impulsó, Valerio sencillamente le reclama que si no pone fondos en el poder judicial no podrán aplicar las reformas judiciales, muchas de ellas necesarias para garantizar la “seguridad jurídica” que reclaman los sectores empresariales.

Si bien el rumor de pedido de conciliación obligatoria ya circula, el paro se mantiene de momento hasta el viernes próximo. ¿Qué será primara en nuestra provincia: el reclamo de salarios dignos o el plan de austeridad de Cornejo? Mientras tanto la justicia seguirá a la deriva, echo de suprema gravedad que no parece importarle al gobierno.