Como ciudadano mendocino, creo firmemente que debemos sostener las elecciones PASO. No se trata solo de un mecanismo electoral más, sino de una herramienta concreta que garantiza mayor participación, transparencia y competencia dentro de los espacios políticos. Renunciar a ellas sería un retroceso democrático que no podemos permitirnos.
Los hechos recientes son un llamado de atención. El pasado 18 de mayo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, apenas votó el 53% del padrón en las elecciones legislativas locales. Y no fue un caso aislado. Durante 2025, varias provincias que decidieron desdoblar sus comicios —como Santa Fe, San Luis, Jujuy, Chaco y Salta— también sufrieron una caída marcada en la participación electoral. En Santa Fe, por ejemplo, bajó del 69,7% en 2021 al 55,4% este año. En San Luis, del 77,3% al 59,4%. Está claro que cuando se debilitan los canales de participación, los ciudadanos se alejan.
Las PASO no solo convocan, sino que también empoderan. Nos permiten a los votantes elegir a los candidatos dentro de los partidos, no quedarnos solo con lo que se decide en acuerdos de cúpula. Como expresó el gobernador Alfredo Cornejo, «cuando hay una elección al interior de los partidos, el ciudadano opina. Si se eliminan, queda reducido a que los dirigentes políticos resuelven todo». Sin primarias, la política queda encerrada en oficinas y negociaciones, perdiendo conexión con la gente.
Algunos plantean que las PASO son caras. Pero lo que realmente es costoso —y peligroso— es una ciudadanía desinformada, apática, o excluida del proceso de toma de decisiones. Además, en Mendoza ya contamos con boleta única, lo que reduce considerablemente los gastos.
A esto se suma un valor institucional que nos diferencia del resto del país: en Mendoza rige la Ley de Ficha Limpia. Mientras en Nación aún se discute, en nuestra provincia ya está prohibido que personas condenadas por delitos graves puedan ser candidatas. Este compromiso con la transparencia debería complementarse —no contradecirse— con mecanismos como las PASO, que amplían la participación y garantizan que las listas no se definan a dedo.
Las PASO permiten que dentro de un mismo frente electoral convivan y se expresen distintas miradas, y que sea la ciudadanía quien decida cuál representa mejor sus expectativas. También permiten la participación de ciudadanos independientes, por fuera de las estructuras partidarias tradicionales. En definitiva, fortalecen nuestra democracia desde adentro.
No hay justificación técnica ni política que resista el análisis: todos reconocen que las PASO mejoran la oferta electoral, amplían la pluralidad de voces y refuerzan la legitimidad de los candidatos.
En una provincia que ha sabido dar pasos firmes en materia de institucionalidad, transparencia y participación, retroceder sería una contradicción. Mendoza tiene que seguir apostando a una democracia robusta, inclusiva y moderna. Y eso se logra no limitando derechos, sino abriéndolos.
Por eso creo que las PASO no solo deben sostenerse: deben fortalecerse. Porque no hay mejor inversión que la que se hace en democracia.
Alejandro Verón – Dirigente de Libres del Sur – Mendoza